martes, 26 de mayo de 2020

Relatos breves: Don Mónico Sánchez Moreno, un gran inventor.

Corría el año 1880 cuando nació en Piedrabuena un niño cuya historia merece la pena ser conocida. Su padre era tejero, es decir, se dedicaba a fabricar tejas y ladrillos. Su madre era lavandera, osea, lavaba la ropa de sus vecinos en el río. Se llamaba Mónico Sánchez Moreno, y desde pequeño, destacó en el colegio, animándole su maestro a seguir estudiando. Como era costumbre en aquella época, muy pequeño, abandonó su casa para irse a trabajar a otro pueblo, Fuente el Fresno, de hortera, es decir, de dependiente. Allí ahorró algo de dinero y siguió estudiando por su cuenta. Con el dinero ahorrado se fue a Madrid, dónde siguió estudiando y, de Madrid, a Nueva York, con 21 años.
Sus ganas de aprender le hicieron seguir aprendiendo e investigando hasta que consiguió hacer sus primeros inventos, en el terreno de la electricidad. Se relacionó con los inventores eléctricos más importantes de aquella época y fue el primero que diseñó el aparato de rayos X portátil del mundo. Gracias a su invento se salvaron miles de vidas, especialmente en pequeños pueblos y en los campos de batalla de la 1ª Guerra Mundial. Así, el gobierno de Francia le concedió una de las condecoraciones más importantes del país.
Fueron varios sus inventos, algunos de los cuáles no llegaron a materializarse, por problemas con la empresa con la que trabajaba, como el teléfono inalámbrico, hace más de cien años. También investigó y fabricó aparatos para tratar enfermedades como el cáncer, con su aparato de corrientes alternas.
Cuando ya había conseguido realizar sus principales inventos y aparatos volvió a Piedrabuena, dónde instaló su fábrica, así como una central eléctrica para mejorar la vida de sus vecinas y vecinos o un cine.
Fueron muchos los premios y reconocimientos recibidos a lo largo de su vida. En Ciudad Real fue el presidente de la Cámara Oficial de Comercio. Hoy, el instituto de Piedrabuena lleva su nombre. Y en Piedrabuena, en 1996 el ayuntamiento organizó un homenaje, con la edición de un librito, una exposición de sus muchos inventos, fotografías, documentos, títulos, recortes de periódicos de muchos países del mundo y la instalación de una escultura.
Murió en 1961, a los 81 años de edad. Hace unos años publicaron un libro sobre su vida pero, sinceramente, no me pareció muy acertado.


Acto de inauguración del homenaje al inventor  Don Mónico Sánchez Moreno, en Piedrabuena, y de la instalación de la escultura. FZS, 1995.


Busto de don Mónico Sánchez Moreno en Piedrabuena, Ciudad Real.


Placa de la calle dedicada a don Mónico Sánchez Moreno en Piedrabuena, Ciudad Real.

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