miércoles, 15 de abril de 2020

Relatos breves: Una rápida Historia de la basura.

Hace unos años leí el título de un libro que me llamó mucho la atención. Se titulaba "Nunca fue tan hermosa la basura". Lo cierto es que el libro no habla de la Historia de nuestros desperdicios sino que es un conjunto de estudios filosóficos. Pero la idea me hizo reflexionar. Empecé a recordar cómo se gestionaba la basura en mi infancia. Ya os he contado varias veces que tengo muchos años y que, por lo tanto, ¡cuando yo era pequeño había dinosaurios por las calles!
Bueno, ya en serio, cuando yo era pequeño, en mi pueblo, en todas las casas, había un espacio llamado "basurero"-ciertamente muy original y expresivo el nombre- en el que se tiraba, a diario...la basura.

Cuando ese "rincón", por llamarlo de otra manera, se llenaba, se cargaba todo en un carro o remolque y se lo llevaban al campo para usarlo como abono. Lo cierto es que no se producía tantísima basura como ahora y, además, casi todo era materia orgánica, es decir, restos de comida. 

Solía haber en las casas animales domésticos que, por un lado, también generaban basura y, por otro, comían algunos restos de la nuestra. Por ejemplo, las gallinas comían las cáscaras de las patatas. Las escasas botellas de cristal se llevaban a las tiendas y te devolvían una pequeña cantidad de dinero, eran lo que se llamaba "los cascos". Plásticos había poquísimos, el escaso papel se usaba para el fuego, el papel de aluminio casi no se usaba, sólo lo recuerdo envolviendo el chocolate, y no estoy muy seguro. Los botes de lata también tenían varios usos y proliferaban poco. Casi todo se vendía a granel, es decir, sin envasar. Los huevos, si no se tenían gallinas, se compraban y se llevaban a las casas en hueveras...

Muy pronto empezó el ayuntamiento a organizar la retirada de la basura cada dos o tres días, con  un hombre que llevaba un carro y una mula. A mí, en aquella época, me llevaron a un internado a Madrid. Allí, todas las noches, escuchaba aquellos camiones con una especie de bote gigante que daba vueltas y hacía un estruendo impresionante.
Pero volvamos a un pueblo de La Mancha. Después, se hizo la recogida con un tractorista, un tractor y un remolque y, luego, con un camión, cada vez más moderno y ruidoso. 

Al cabo del tiempo llegaron los contenedores, de manera que ya se podía sacar la basura en bolsas. Y el siguiente avance fueron los contenedores del reciclado, los amarillos, los verdes, los azules...y algunos otros como los de pilas, aceites, ropa, bombillas y tubos fluorescentes...pero estos cuatro últimos no los hay en todas partes.

Bien, hemos dicho lo que se hacía en las casas pero, cuando la basura se empezó a recoger para todo el pueblo ¿qué se hacía con ella? Esa es otra historia, breve, que será contada en otro momento.

Si alguien tiene la extraordinaria enciclopedia Espasa-Calpe a mano, recomiendo leer información al respecto, porque es curiosísima. Y, por último, hace unos años, había una asociación, en toda España y en otros países, que se llamaba "Amantes de la basura". No, no estaban locos ni eran unos...sino que se preocupaban del reciclado, de la reutilización, de la reparación...de lo que tiramos a diario. En este enlace hay una noticia de su veinte aniversario.

2 comentarios:

  1. Hola! Soy Paula, quiero enviar una foto de una pareja de golondrinas de mi ventana

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  2. Hola, Paula, envíala a mi correo electrónico.
    Saludos
    Paco

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